miércoles, 20 de junio de 2007

¿Cuales son tus cargos contra La Policía?



Ya es noticia conocida que The Police logró este mes aparecer como portada de la revista Rolling Stone, en su edición en inglés (cero y van tres). Lo que tal vez haya pasado despercibido para algunos es que la revista puso disponible una portada sin título, para que cualquiera de nosotros pudiera opinar cual es la frase que mejor acompañaría a la foto de carátula, como reemplazo a la simplona "The Police: Su Frágil Tregua" que los editores escogieron para el impreso final.

Los lectores han puesto varias para partirse de risa. Hay burlas, sarcasmo, señalamientos varios, desprecio, en fin, se les imputan muchos cargos, desde decrepitud hasta codicia. Mucho odio, mucho odio... pero mucho amor también.

Reproduzco aquí las que yo envié, con el ojo guiñado:

The Police: Nothing Achieving
The Police: One World (Not Three)
The Police: One Day Before Retirement. Como en las películas, ya sabes que le pasa al policía...

El que más me gustó de los que se me ocurrieron y que encabeza esta entrada:

The Police: When The World Is Running Down, You Make The Best Of What's Still Around

¿Qué pondrían ustedes?

lunes, 18 de junio de 2007

Memorias Recientes

Desde que apareció el primer rumor y luego la confirmación de que The Police haría el número de apertura de los premios Grammy 2007, se auguraban la reunificación y la gira. *M* y yo estabamos expectantes de ver la transmisión en directo. Aunque parecía que cada quien la vería en su propia casa, ella llegó esa noche, y comenzamos a esperar, impacientes.

No tengo en casa televisión por cable, pero un canal abierto local, CityTV, iba a retransmitir. El historial de transmisiones de ceremonias en el país no sentaba un muy buen precedente, pues los comentaristas locales, gracias a la influencia de décadas de la verborreica tradición narratoril del fútbol, creen que si no hablan sin parar durante toda la transmisión, no están haciendo bien su trabajo. Y la mezcla de audio suele ser lo suficientemente alta como para nunca poder discernir las palabras en inglés por encima del sonido de la traducción necesariamente incompleta y deficiente.

Sin embargo, daba algo de esperanza que junto a Isa, la presentadora de CityTV, habían anunciado que los comentarios estarían a cargo de Alejandro Marín, un melómano que habla por La W y que tiene un muy respetable acervo de conocimientos musicales.

Por suspuesto el VHS estaba listo para grabar a un toque del remoto. Los presentadores hablaban lo de siempre, las expectativas, quienes se presentarían en vivo, etc. *M* y yo suponíamos que lo hacían mientras empezaba la transmisión. De un momento a otro la pantalla corta a una toma del auditorio, y en un segundo corta de nuevo a estudio. Los desubicados presentadores reaccionan dos segundos tarde y mientras la imagen cambia de nuevo, dicen: Tenemos imágen, ya tenemos imagen en vivo desde...


—Al fin!...

Si no fuera porque ¡¡¡LA CANCIÓN YA IBA A LA MITAD!!! El tarado del master del canal ponchó la transmisión a medio minuto de que la banda hubiera empezado a tocar. Y al poco, acabó la canción. Para máxima congoja, por como hicieron la venia fue evidente que no habría segunda canción, ni un regreso en un momento posterior de la ceremonia, aunque yo me resistía a creer que eso hubiese sido todo.

*M* y yo nos miramos perplejos. Seguidamente vinieron numerosas muestras de exasperación, tristeza, frustración e ira. Principalmente de mi parte. A ella le pareció más patético que cualquier cosa, y le causó un poco de risa. Tan solo respandía mis injurias al televisor con sobitos en la cabeza y compasivas expresiones de "pobrecito, ya, ya".

Luego vinieron los chascarrillos del actor Jamie Fox, en lo que ninguno de los dos tenía mayor interés. Retrocedí la cinta y vimos lo que quedó grabado un par de veces: El recuerdo de una transmisión chambona que nos hizo agridulce uno de los momentos más emocionates y anticipados de la vida.

Eso sí, la cara exultante de Stewart Copeland en ese escenario fue algo que no tiene precio. ¡Que emoción tan h...! Sting, bueno, lo usual... y Andy estaba un poco tenso, se le notaba la mandíbula rígida.

Al final, no todo fue pérdida. Como hombre precavido, le había hecho el encargo a mi hermana de grabar esa misma transmisión en su casa, desde el canal Sony que la pasaba por cable, y pocos días después pudimos verlo como debe ser.

Sea como fuere, a pesar de la transmisión paila, de mis madrazos a la televisión nacional, de las palmaditas en la cabeza, de la ausencia de segunda canción... a pesar de todo la alegría fue inmensa, pues sucedió lo más improbable del mundo desde que Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright se montaron en la misma tarima en el Live8 en 2005. Tras 20 años, el mundo escuchó estas palabras:


¡Ladies and gentlemen: We are The Police, and we're back!

sábado, 9 de junio de 2007

Once upon a secret journey...

Este será un diario sobre una ilusión que durante años hemos compartido mi amiga *M* y yo, y que creiamos irrealizable. Así lo creímos hasta poco después de recibir la feliz noticia de que The Police, nuestra banda favorita, se iba a reunificar tras veinte años de separación. Después de las emociones (más sobre eso en el siguiente post) que nos produjo ver la brevísima presentación de la banda en la apertura de los Premios Grammy 2007, vino el anuncio de la gira. Inicialmente se informó que la banda recorrería Estados Unidos y Europa en su regreso a los escenarios, y se lanzó la página oficial de la gira: thepolicetour.com

The <Police (C) Janette BeckmanThe Police (C) Janette Beckman


Mi reacción inicial (compartida por *M*) fue "¡Es un sueño convertido en realidad! Pensé que esto jamás pasaría. ¡Excelente!" Bueno, eso sería si yo fuera un personaje de un mundo celestial o uno de los niños Flanders. Más bien fue como: Juep**a, The Police se va a reunir! Aaaah! Aaaaaaahhhhhhhhhhh!

Nada se había hablado de presentaciones fuera de U.S.A. y Europa, y al no ser factible para mi el viajar a ninguno de esos lugares por cuestiones de dinero y visas, mi mente descartaba de entrada la posibilidad de asistir a una de esas plazas. Por otro lado, las circunstancias de *M* son ligeramente distintas, y yo pensaba que en su caso la oportunidad de ver en vivo a Stewart, Sting y Andy quizá no era tan remota como para mí. Inicialmente no le comuniqué este pensamiento a ella, ni le pregunté nada, porque sus palabras me dejaban ver que mi amiga sentía estar en una situación virtualmente igual a la mía.

Con el paso de los dias, se fueron añadiendo fechas y escenarios a las presentaciones anunciadas en un comienzo. Y poco después, el comentario: "Después de la parte europea, la banda planea ofrecer algunos shows en latinoamérica, austarlia y japón." Riiiiiiiing... La mención de latinoamérica aceleró mis palpitaciones, pero mi visión pesimista replicó con un: Bah, de todos modos no vendrán a este país... y sin un centavo, ¿cómo carajos ir a verlos al extranjero? Pero la esperanza se revolvía inquieta en el fondo del jarro... y luego de un par de días con ese pensamiento como ruido de fondo constante en mi cabeza, decidí que tenía que ir a como diera lugar. Pero no sería suficiente que yo fuera. Para abarcar todo su posible sentido vivencial, esa experiencia tendría que vivirla junto a *M*. Al dia siguiente, se lo propuse por email. Y aceptó.

Al paso de las semanas, nuestra esperanza ha ido en montaña rusa. Algunos días lo veo tan cierto, al alcance de mi mano, pero otras veces parece volver a la caja de sueños imposibles. No sólo por lo referente al concierto en sí, sino por los altibajos que mi amistad con ella ha sufrido en esta primera mitad de año.

Hoy me siento particulartmente esperanzado, así que debuta Secret Journey, el diario de este viaje incierto. El blog nace hoy, y se cerrará triunfante el día siguiente a que *M* y Centauro entren un concierto de The Police en esta gira, o en otra posterior, si la hay.

O bien, se cerrará cabizbajo cuando se acabe(n) la(s) gira(s) y no hayamos logrado ir. Quienes por cualquier razón lleguen aquí, y quieran acompañarnos, bienvenidos.